Esta receta es muy sencilla, se va uno al campo, se trae una pata de novillo, la del primero que vea, se coge un kilito de setas, una cabeza de ajo y una cebolla de la huerta. Se sala la carne, se rehoga en aceite de oliva, junto con la cebolla y los ajos, un par de hojas de laurel, se le pone la cuchara de pimentón picante (al gusto) se le añade un bien vaso de vino blanco, se le incorporan las setas, dejando cocer lentamente en su jugo, después se le añade agua hasta cubrirlo, sin ahogar el guiso y una horita más tarde ya se puede comer.
Consejo, en este y todos los guisos, guisar de un día para otro.